A menudo hay temas recurrentes que dominan los mercados financieros de vez en cuando. En los últimos años, hemos tenido que enfrentarnos y operar durante: la Gran Recesión, la crisis crediticia, la crisis de la zona euro (causada por la bancarrota de Grecia) y la posterior recuperación mundial. Más recientemente, como traders minoristas, todos hemos tenido que soportar la saga del Brexit desde 2016 y la imposición de tarifas por parte de la administración Trump versus: China, la Unión Europea y ahora México en los últimos diez meses. Adonde nos llevará finalmente este tema arancelario, es una suposición.
Pero el viernes pasado, los Estados Unidos publicaron cifras decepcionantes del PIB del primer trimestre, que no cumplieron con los pronósticos por cierto margen, lo que sugiere que ahora hay una forma de retroceso económico en desarrollo y que está empezando a dañar la economía de Estados Unidos. Las tarifas son (y serán) contraproducentes, ya que en una economía y sociedad impulsadas por el consumidor, obligar a sus ciudadanos a pagar un 25% más por los bienes, no es una política sostenible, sea cual sea el apoyo público y político (inicial) que pueda generar.
El banco de inversión Morgan Stanley declaró durante el fin de semana, que percibe una recesión para los Estados Unidos en 2020, a menos que Trump cambie de rumbo. La fraternidad bancaria podría comenzar a darle la espalda su presidencia, después de ser un fanático y un considerable donante de sus campañas. Desde 2016, los mercados han alcanzado muchos niveles récord, lo que ha hecho que los beneficios bancarios aumenten exponencialmente, los enormes recortes de impuestos corporativos a partir de 2017 en adelante también han ayudado a los clientes bancarios a prosperar.
Pero si Trump causa una recesión innecesaria, global y doméstica, debido a una pelea con: China, la Unión Europea y México, que ocasione que los mercados de acciones caigan, entonces se evaporará el apoyo bancario para Trump, al igual que sus posibilidades en la campaña electoral en 2020. Quizás, durante la próxima cumbre del G20, los líderes de China y Estados Unidos alcanzarán un acuerdo y acordarán eliminar las tarifas, antes de que sea demasiado tarde.
Por ahora, tenemos que seguir operando, sabiendo que un tweet presidencial de Donald Trump puede alterar la dirección y las decisiones que hemos tomado, en base a nuestro análisis fundamental y técnico cuidadosamente construido. Todos debemos seguir vigilantes ante los acontecimientos de las últimas noticias, en relación con las guerras comerciales y los aranceles, hasta que se haya alcanzado un compromiso.
S&P 500: ¿Las brechas podrían mostrarnos el camino?
Las amenazas arancelarias afectaron a los mercados financieros la semana pasada, lo que provocó la huida hacia la seguridad que ofrecen los bonos, y en su mayoría hacia los bonos del Tesoro de Estados Unidos, ya que los mercados de valores en Asia y los futuros de acciones estadounidenses experimentaron una venta renovada. El índice MSCI Asia-Pacífico (ex Japón) alcanzó un nuevo mínimo de cuatro meses, mientras que los futuros del S&P 500 muestran una pérdida del 0,5% en las operaciones nocturnas.
Puede parecer que S&P 500 está un poco obsoleto para ser negociado, sin embargo, el cierre mensual parece interesante. La candela bajista correspondiente al mes de mayo implica una perspectiva negativa a medio plazo. Por otro lado, sin embargo, en el corto plazo, los indicadores técnicos se ven sobre extendidos, junto con la brecha encontrada esta mañana.
El mes pasado se identificaron varias brechas en los $&P 500, donde algunas de ellas podrían ser muy esclarecedoras con respecto a las percepciones analíticas del índice, ya que los diferentes tipos de brechas indican si una tendencia se está iniciando, acelerando o está cerca de su fin. Curiosamente, el S&P 500 tuvo un gap bajista el 3 de mayo, el cual llevó al precio por debajo del rango de 2 semanas. La brecha nunca se llenó por completo en los días siguientes, mientras que el sentimiento del activo se tornó negativo y se ha observado un fuerte descenso desde entonces. Una caída de 3 días a mediados de mayo no pudo cambiar el sesgo negativo general.
La brecha observada esta mañana, el 1er día hábil de junio, parece ser un gap de escape (aún no confirmado), ya que la tendencia bajista ha estado en marcha por un tiempo, y por lo tanto, los operadores parecen estar esperando una excusa para sumarse. Las incertidumbres geopolíticas en curso en la nueva semana/mes renovaron las ventas.
Conforme comienza el mes de junio, las tensiones comerciales geopolíticas permanecen en el foco de atención con la implementación en China de aumentos de aranceles sobre los productos estadounidenses como represalia a una medida similar implementada por Trump. Los funcionarios chinos también planean acciones contra compañías extranjeras "no confiables" y planean presentar su propia lista de "infractores". Mientras tanto, el presidente Trump, se entrometió en el debate sobre el Brexit cuando llegó al Reino Unido y la escalada más reciente de las tensiones comerciales y los riesgos de un Brexit sin acuerdo ha llevado a los operadores a revisar los pronósticos y comenzar a buscar protecciones para sus inversiones.
Mientras tanto, los indicadores técnicos están fuertemente inclinados a la baja, con un RSI diario en 24, mientras las líneas del MACD siguen moviéndose por debajo de la línea de señal, algo que sugiere el fortalecimiento del impulso negativo. Por lo tanto, se espera una continuación de la caída del índice, sin ningún pico significativo por encima de la brecha y hasta un nivel de resistencia de 2.800 (soporte de 2 semanas). El próximo soporte se encuentra en 2,676 (el mínimo de febrero y la resistencia de enero) y el nivel 2,621.
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